Los espíritus vuelven a juntarse
en la comisura de la herida.
Vieja herida que descuelga arena, carne
y un poco de algo incoloro.
Rumoran los infames un final feliz
poblado de cuervos como en los cuentos
de Allan Poe.
¿Regreso a ellos o ellos regresan a mí?
No lo sé.
Tal vez añorando sus tridentes
he invocado sus salmos que hoy me torturan.
Beso sus alas negras. Me refugio en su veneno
para recordar que muy adentro
me espera el vacío de los nuevamente caídos.
domingo, 11 de diciembre de 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Rememorando en despedida
Fuente: Fotos de Facebook Carlos Mantilla y Odilio Blanco fueron compañeros de colegio y, para nuestro dolor e infortunio, víctimas mortales...
-
“Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñando”. Las Ruinas Circulares...
-
Un miedo de agujas consigue instalarse más allá de mis huesos. Arrastro bajo suelas dos mundos con un pasado de sangre. Las viejas señoras d...
-
La ira dirigida impone nuevo rumbo al dibujo. Una línea roja escapa de la paleta al lienzo. Los diarios infieren asuntos pasionales. Es prof...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario