Imagen de El Rincón Esotérico |
justo debajo de la mesa
cuando invocábamos un Todopoderoso
y la luna era un anillo de luz
Nadie parecía respirar cuando sus dientes
comenzaban a morder la piel nacarada
de sus manos, brazos y piernas.
Mi madre me enseñó el arte
de despreciarme a mí mismo,
por eso a veces me desangro
por eso siempre la recuerdo.
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