martes, 19 de mayo de 2009

Moridiendo el reloj

Le dijimos a la mañana
que la noche era una hechicera de pueblo
Servimos la endiablada voz del despertador
en una taza de café
La calle eructaba petróleo
Y como salidos del abismo
mil rostros ocuparon el vacío del andén
Comenzamos a morder el reloj
para evitar nos diera alcance
Pero no tuvimos en cuenta que
la hora es como una guitarra
donde los hombres necesitan ser rasgados
para encontrar uno a uno sus silencios

Es tarde lo que se pega a los dedos
cuando se asoma a la ventana
con la intención de darse alcance en un poema

Tal vez estaremos trazando el mapa
de las calaveras sin dueño
sin preguntar quién duerme
cuando se apaguen los días.

domingo, 17 de mayo de 2009

Un juglar de dudas

Cuando los medios de comunicación le imprimen su retórica exagerada a ciertos artistas es cuando debemos recurrir a nuestro infaltable derecho a la duda. Hoy, muere uno de los más famosos cantautores vallenatos: Rafael Escalona; en medio de tanto circo mediático hay voces que tímidas se levantan para recordar sus viejas andanzas con tanto personaje funesto, así como el uso de su popularidad en favor de políticos quienes en últimas han sido los que han llevado en barrena ésta democracia bananera. Cómo nos hacen falta verdaderos artistas comprometidos con las causas humanas, capaces de hacer consecuente su canto, su pluma, su arte con el heroísmo de la vida.

domingo, 10 de mayo de 2009

Siniestras confusiones

Supo que era la dirección equivocada cuando limpiando afuera su machete pudo ver sobre la puerta un ocho en lugar de un tres.

sábado, 9 de mayo de 2009

Viernes de Do menor

Cómo decirle a la piel
que olvide su abrigo de lunas
Cómo decirle al alma
que esconda sus pordioseros de oficio
Es como intentar lenguaje de humanos
en un país de negros alfileres en el pecho

Decirle a los días que guarden
su ropaje de porcelana para evitar
el sordo golpe del reloj contra el espejo
Es querer prohibirle a ésta soledad
su almuerzo de rata vieja
en algún rincón de la casa

Por eso golpeo contra mis muros de cristal
Por eso le arrebato a la noche una arruga de tiempo
para tejer en silencio el traje que he
de llevar al circo de los vivos

Por eso estoy aquí
con el sabor ácido de las palabras en los dedos
Invitando al alma a desangrar sus pordioseros
Invitando a ésta piel para que alimenta la luna

Señor Vallejo:
Hoy no ha venido nadie;
y hoy qué poco he muerto en ésta noche!

domingo, 3 de mayo de 2009

Juegos

El viento ha reanudado su tejido en la ventana
Cómo se siente el sabor de los astros hirviendo
Mientras devuelvo una página entera
Que parece un hasta-nunca junto a la puerta

Sentir el cauce de las horas
Como tumulto de hojas cayendo
en plena primavera...

Gritando en el idioma de las sombras
la mentira que libre del cielo a mil demonios que poseo
No esperaba una noche de tragedia
Pero sí el embrujo de una herida en mi pecho
La rosa negra tatuada entre piel y alma
Como sello de venta en fábricas de infierno

Inconsciente de alcohol bebo a tientas
cada línea que desangro

Y desando la leyenda de estar vivo
pero desmiento el juego de los dados
que ha comenzado con otra copa más
sobre la mesa.

sábado, 2 de mayo de 2009

Blancas cosas

No he vuelto a escribir hace más de ocho días. Las ganas se han desperdigado y no las encuentro por ningún rincón del apartamento. He tratado de masturbarme para despejar un poco la mente pero solo logro agrandar la malparidez y aumentar el desinterés por todo lo que tenga que ver con las letras. Recojo los libros tirados en el suelo: Cuentos completos de Cortázar, ¿Qué corazón? De Mario Rivero y una que otra revista de educación. Intento leer algo de Julito pero el libro se resbala de mis manos con apenas dos líneas. No tengo Internet y me aburro increíblemente. Tomo el bolígrafo e intengo garabatear para calmar la ansiedad. Escribo RISA, SEXO, ALMA, PUTA MADRE, AYER, ALCOHOL y nuevamente SEXO. Arranco la hoja y la tiro al cesto. Me recojo en el sofacama e intento con otro texto de Mario Rivero, cierro los ojos al leer los tres primeros versos de DESPUÉS… Y tú, llevando aquella muerte contigo. Imagino la muerte blanca como en la canción de Robi Draco, imagino sus blancos muslos, sus senos erectos a través de su velo níveo, su tez pálida y su voz nacarada invitando al encuentro entre sus piernas; imagino morir penetrando el sexo de la blanca dama, un encuentro delicioso con el más allá, una deliciosa despedida follando con la huesuda que espero nunca termine.

Rememorando en despedida

Fuente: Fotos de Facebook Carlos Mantilla y Odilio Blanco fueron compañeros de colegio y, para nuestro dolor e infortunio, víctimas mortales...