Y como si fuera poco, luego de arrancarla desnuda debajo del hombre y propinarle tremenda paliza, la llevó hasta su casa, la ató de pies y manos, la envolvió en dos sábanas, la roció de gasolina y le prendió candela, pues estaba cansado que la gente del pueblo al verlo venir dijeran en voz baja: "ahí viene el hijo de puta".
martes, 2 de junio de 2009
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2 comentarios:
estaba molesto el muchacho... ella quería darle una vida "digna" bueno una vida con comida en el plato y él, él se sentía indigno...
Carajo, ahora no sólo era hijo de puta sino asesino e hijo de puta muerta...
un abrazo...
casi sale más largo el comentario que el cuento... jajjajaa
chica de muchas palabras... que pocas capacidades... pero como dices "eso se compensa..."
otro abrazo...
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