foto mía del duoro en Oporto |
se desgrana por el vidrio
dejando un mapa de agua
sin costas, con fronteras empañadas
Ismael Serrano estrangula su guitarra
más allá del Vértigo que pide postales
que atraviesa naufragios e inventa reyes sin corona
entre una revolución de flores y colores
Abajo, vestidos de oscuro, se agilizan
los afanes, chapotea la prisa y
los murciélagos redondos emprenden su vuelo de metal
formando una procesión de desaparecidos
Cada cinco tazas de café me apresuro
a contar gaviotas
a descifrar el gesto de las piedras que se acumulan en mi alma
Esta ciudad cada media hora llora
cada dos segundos gime
cada minuto y medio se deja penetrar por el sexo líquido
que hace mil años serpentea entre sus piernas
Y yo descubriéndole humedades
poniéndole tildes a sus voces sin acento
Oporto huele a sal
a tibio enamoramiento
a caricias bajo la mesa
Pero cuando escarbo en sus encías
recuerdo el beso negro de una Francia que aún me espera.
Oporto - Portugal
1 comentario:
Aquí ha empezado a llover de nuevo, y si te espera, Juancho, el beso negro de Francia, aquí nos espera la vagina ahíta y voraz del fenómeno climático de la Niña. Un abrazo pluvial. Carlos
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