A mi padre, JFRB
La muerte se ha vestido de frac
mientras el naipe de los vivos
por la mesa se extiende
Caen como agujas
los recuerdos en la piel
de la memoria
Y la lengua se incinera de monosílabos
y de hojas secas
Vuelven los perros a ladrarle
a esa dama enlunada
que todas la noches barre la luz
en las persianas
a esa dama enlunada que
con el otoño en sus dedos
sostiene los vientos y el silencio
evitando que diciembre deje de sonar
en las campanas
Y resbala la noche
Y se pudren mis ojos
mis uñas y mi piel
como si las espinas no bastasen
como si el dolor fuese sólo un quejido de piedra.
La muerte se ha vestido de frac
mientras el naipe de los vivos
por la mesa se extiende
Caen como agujas
los recuerdos en la piel
de la memoria
Y la lengua se incinera de monosílabos
y de hojas secas
Vuelven los perros a ladrarle
a esa dama enlunada
que todas la noches barre la luz
en las persianas
a esa dama enlunada que
con el otoño en sus dedos
sostiene los vientos y el silencio
evitando que diciembre deje de sonar
en las campanas
Y resbala la noche
Y se pudren mis ojos
mis uñas y mi piel
como si las espinas no bastasen
como si el dolor fuese sólo un quejido de piedra.
1 comentario:
hermoso...
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